La reacción de Julieta Makintach tras su destitución como jueza: “El documental no era mío, fue idea de una amiga”


Este martes se confirmó el peor desenlace para la carrera de Julieta Makintach (48) como jueza: fue destituida por decisión unánime de la Suprema Corte de la Provincia e inhabilitada de por vida para ejercer cargos judiciales, acusada de permitir la filmación de un documental en el juicio que debía definir responsabilidades por la muerte de Diego Armando Maradona. Horas más tarde, intentó defenderse en una entrevista televisiva: “Todos sabían que el documental se iba a filmar; pero no era mío. Nunca vi el capítulo uno”.

“Según describieron el escritor y el productor durante el jury, aquello fue un teaser. Yo no conozco mucho del mundo audiovisual, pero por lo que me dijeron es apenas un piloto de algo que podría convertirse en un proyecto futuro“, comenzó este martes por la noche su defensa mediática la ahora ex jueza.

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Así es el primer capítulo del polémico documental de la jueza que investigaba el caso Maradona

La defensa institucional —la más importante— había quedado atrás pocas horas antes, cuando los cinco ministros de la Corte provincial, en La Plata, resolvieron destituirla de manera unánime por su rol en la realización del documental “Justicia Divina”, rodado durante y sobre el juicio por la muerte de Maradona.

Ya caída la sentencia administrativa, Makintach habló por primera vez. Lo hizo en Telenoche, en su primera aparición pública desde fines de mayo, cuando el juicio se interrumpió y luego fue declarado nulo.

Desde el comienzo, la ex magistrada insistió en que no tuvo la iniciativa del proyecto: “Era algo que me resultaba ajeno. En su momento, una amiga me habló de hacer un documental, después se mencionó una docuserie y más tarde no sé cuántos posibles formatos”.

Los conductores le recordaron que las imágenes ya habían sido transmitidas en vivo, tras filtrarse meses atrás cuando se la imputó. Y Makintach volvió sobre el concepto: “Un teaser se presenta, en principio, para conseguir fondos para que alguien pueda producir algo más adelante. No es un tráiler, que —según aprendí en este tiempo— aparece cuando el producto está casi terminado”.

Luego reconstruyó el origen de todo: “A mí me convocan para el juicio de Maradona creo que en 2023. Tardó mucho, como tres años para llegar al debate en marzo”. Y siguió: un 14 de febrero, en el cumpleaños de una amiga, otra invitada le comentó a su marido, fanático de Maradona, que ella integraría el tribunal. “Ella empezó a marcar un montón de características ponderables de mi persona y cuando me fui, ellos dos se quedaron hablando de que había que mostrar la justicia a través mío. Es una idea de ellos”.

—¿Sus dos colegas jueces sabían sobre esto?

— Ese mismo día en que mi amiga vino con su brillante idea —de la que creo que se va a arrepentir toda la vida—, los senté y les dije que quería hacer un documental. ‘No sé qué va a hacer, pero no se preocupen, no va a interferir en nada’, les aseguré. ‘Después del juicio, lo que quieran’, me contestó uno de mis colegas.

También sostuvo que el guionista del proyecto trabajó exclusivamente con información periodística: “La prensa bajaba todos los días los datos de los testigos. Quien escribió el capítulo uno dijo que se basó en lo que publicaban y en la información que tenía sobre Julieta Makintach“.

Además, la ex jueza negó una declaración de Maximiliano Savarino, uno de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, que había asegurado haber sido engañado por ella. “Hoy tiene una denuncia por falso testimonio agravado y además un pedido de juicio político por haberle mentido al control disciplinario de la Corte”, aclaró.

Makintach insistió en que todos en el tribunal sabían de la existencia del rodaje, pero también remarcó que no tenía control sobre el material: “No había visto los crudos, no había visto el capítulo… Hablan de un capítulo uno…”.

Ante la repercusión del caso, lamentó el escrutinio público: “Yo me quedé muda mientras estos dos colegas (Savarino y Verónica Di Tomasso) decían desconocer la cámara. ¿Saben por qué me quedé muda? Porque quería que el juicio siguiera. Y a mí me estaban destrozando. Publicaban fotos mías en bikini, hablaban de mi alto perfil, de que quería ser actriz, de que quería fama, de que quería ser influencer. Y yo me quedé callada. Y lo único que dije fue: ‘No hay razón para dudar de mi imparcialidad. Este juicio tiene que seguir’”.

“Quizás nos perdimos de una gran sentencia, de alguien que sin duda estaba muy preparada para resolver este tema y de una idea que podría haber sido maravillosa”, cerró Makintach, que desde este martes quedó inhabilitada de por vida para ejercer cargos judiciales.

Fuente: www.clarin.com

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